
A Leighton Meester, a ella y a este perfecto estilismo que una vez más nos ha regalado; y es que ese vestido palabra de honor en blanco que lleva, sería perfecto fuera de quién fuera, pero si encima lo firma Nina Ricci, osea el niño gótico amante de las nifas Olivier Theyskens, razón de más para que me fascine, y aunque no me desagrade el chic colegial del diseño original en pasarela, me quedo con el toque refinado que le da la protagonista de Gossip Girl.
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